Máscaras sueltas y carnavales.
Paisanos y techos de otro pueblo.
Momentos sin relaciones.
Qué arriba y qué abajo.
Primero, segundo y tercer momento.
Propuestas, grumos.
«Perfecto, le creo».
Batir. Trabajar. Constante.
¿Cómo llegamos? Olvidándonos de todo.
(Ninguna de estas palabras me pertenece, sino a un profe de la facu, a una tardenoche de no dejarnos ir, a una clase de insistencia y analogías metafóricamente morfológicas. Yo solo las anoté mientras se le caían de la boca.
Esto, señores, es una clase de morfología. Esto, es una partecita de estudiar arquitectura.)
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